Los beneficios
comerciales de pertenecer a la Unión Europea han sido "en gran medida
imaginarios", según la política social del think tank de Civitas.
Su análisis
sostiene que las exportaciones de países no pertenecientes a la UE al
mercado único han crecido más rápidamente que las del Reino Unido, desde
su creación en 1993.
Civitas, cuya
investigación ha sido citada anteriormente por los activistas
pro-Brexit, dijo que el crecimiento de las exportaciones del Reino Unido
a la UE había sido superado por muchas economías en los últimos 20
años.
El autor del
informe, dijo que antes de unirse al mercado único en 1993, las
exportaciones del Reino Unido a la UE crecieron a un ritmo más rápido
que las principales economías como Estados Unidos, Canadá, Australia,
Suiza, Noruega, Sudáfrica y Brasil. Pero desde que
se unió, el crecimiento de las exportaciones de esos países a la UE ha
superado ahora al del Reino Unido, un desarrollo que él dijo que era
contraintuitivo.
El mercado único, en general, se refiere al mercado único de la Unión Europea y es quizás el tipo más ambicioso de cooperación comercial.
Esto suele referirse al mercado único de la Unión Europea y es quizás el tipo más ambicioso de cooperación comercial.
Esto
se debe a que además de eliminar los aranceles, las cuotas o los
impuestos sobre el comercio, también incluye la libre circulación de
bienes, servicios, capital y personas.
Un mercado
único se esfuerza por eliminar las llamadas "barreras no arancelarias" -
las diferencias de las normas sobre embalaje, seguridad y normas. Muchos otros son abolidos y las mismas reglas y regulaciones se aplican a través del área.
Las
normas de la UE que abarcan toda una serie de industrias y
productos, desde los estándares alimentarios y el uso de
productos químicos hasta las horas de trabajo y la salud y la seguridad.
Pero aún así, hay muchas pruebas que sugieren que el mercado único ha sido bueno para el Reino Unido.
Muchas industrias dependen de la UE no sólo por los "aranceles cero", sino también por la regulación, en particular a los sectores automovilístico y farmacéutico.
Después
de salir, las dos alternativas son la creación de una propia estructura
reguladora del país, que toma tiempo y es complicado, o el uso de el la UE. En cuyo caso se acaba utilizando las mismas reglas que antes, pero el Reino Unido no
tiene el derecho de decir en cómo se hacen, ya que no es parte de esa organización.
El Gobierno
parece haber decidido abandonar el mercado único sobre la base de que
debemos devolver el control total de las leyes británicas al Reino
Unido, pero los datos sobre el comercio también ofrecen un fuerte apoyo a
la decisión y proporcionan consuelo a los que se preocupan por confiar
en las normas de la OMC si no sale ningún trato en las negociaciones entre el Reino Unido y la Unión europea.
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